Las plaquetas y las células madre mesenquimales son factores clave importantes en la cicatrización de heridas. Las plaquetas se encuentran en nuestra sangre circulante en pequeñas cantidades. Técnicas utilizadas para concentrar las plaquetas extraídas de su propio suministro de sangre, desbloquear el poder curativo de las plaquetas para aliviar el dolor y detener la inflamación de muchos trastornos musculoesqueléticos y lesiones deportivas. Los factores de crecimiento derivados de las plaquetas son sustancias biológicamente activas que mejoran la reparación de los tejidos. Las plaquetas activadas en el sitio de una herida liberan proteínas que influyen directa e indirectamente en todos los aspectos de la cascada de curación de heridas. Conoce todo sobre la terapia con plasma rico en plaquetas
La terapia con plasma rico en plaquetas (PRP) es un tratamiento que utiliza la concentración de plaquetas del propio paciente para acelerar la curación de músculos, tendones, ligamentos y articulaciones. Este tratamiento se basa en la capacidad natural del cuerpo para sanar y ha demostrado ser eficaz en una variedad de afecciones. Las plaquetas contienen numerosos factores de crecimiento que, cuando se liberan en el sitio de una lesión, inician y promueven procesos de curación.
¿Qué afecciones se benefician del plasma rico en plaquetas?
El tratamiento con plasma rico en plaquetas funciona mejor para esguinces o distensiones crónicas de ligamentos y tendones que han fallado con otros tratamientos conservadores (fisioterapia, reposo, medicamentos), que incluyen los siguientes:
- lesiones del manguito rotador, incluidos desgarros de espesor parcial y de espesor total;
- codo de tenista y golfista;
- esguinces de isquiotibiales y caderas;
- esguinces e inestabilidad de rodilla;
- síndrome femororrotuliano y tendinosis rotuliana;
- esguinces de tobillo;
- tendinosis de Aquiles y fascitis plantar;
- hernias deportivas y pubalgia atlética;
- artrosis de rodilla, cadera y otras articulaciones.
La terapia con PRP no solo ayuda a reducir el dolor y la inflamación, sino que también promueve una curación más rápida y efectiva. Los pacientes que se someten a este tratamiento pueden experimentar una mejora significativa en su movilidad y calidad de vida. Además, al ser un tratamiento que utiliza las propias células del paciente, el riesgo de rechazo o reacción adversa es mínimo.
En resumen, la terapia con PRP es una opción prometedora para aquellos que buscan una alternativa a los tratamientos convencionales y desean aprovechar el poder curativo natural de su propio cuerpo.